Fundado el 15 de mayo de 1902 en territorio de tribus pijaos por don Antonio María Quintero, don Luis Jaramillo y Claudio Rivera, entre otros. Su parroquia se creó en 1912, y fue erigido en calidad de municipio en 1926.
Es considerado por muchos como un municipio de singular belleza. Su economía se basa en la agricultura, especialmente café, caña de azúcar, lulo, mora y pan coger. Cuenta también con cultivos de pino en sus montañas, además de la papa. En minería desarrolla vetas de aluvión y minas de oro.
Pijao es conocido como el “lugar donde llegan las garzas”, y esto se debe entender literalmente: las garzas llegan allí, cada atardecer y buscan los grandes árboles, y allí danzan y realizan todo ese ritual de conquista entre machos y hembras. Y así, de esta manera mágica, de la única manera posible, Pijao se convierte en un remanso de paz, belleza y verdor que alberga a propios, visitantes y a las garzas.
La riqueza natural de Pijao es hermosa e inmensa, encontramos gran variedad de flora que van desde árboles y arbustos hasta especies con flores de gran belleza y una variedad incontable de aves, insectos y mamíferos.
Sitios como la Laguna de las Mellizas, que pertenece al Parque Natural de los Nevados y que comparten los municipios cordilleranos del Quindío, son de indescriptible belleza y de gran riqueza ecológica y ambiental.
El cerro de Tarapacá, hace parte del área urbana del municipio y es el mirador perfecto para divisar la majestuosidad de las cordilleras, el recorrido caprichoso del rió Lejos y el hermoso paisaje circundante.
Pijao es hermoso por su naturaleza hace parte del uno de los municipios del Quindío y es un placer haber ido a conocerlo.
Uno de nuestros municipios con belleza, tradición y aroma a Café. El Quindío es todo un paraiso para visitar. Qué bueno viajar por nuestra tierra primero y conocerla muy bien para cuando estemos en París o Venecia, podamos contar la historia de nuestra gente cafetera.
ResponderEliminarQué bueno es viajar por nuestra tierra para cuando estemos en París o Venecia, podamos decir que también tenemos un paraiso en nuestra tierra cafetera.
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